Palermo 2025

José Barrera Ruiz


ITALIA del 20 al 26 de julio de 2025
MI EXPERIENCIA ERASMUS EN PALERMO:
UNA SEMANA DE MINDFULNESS, APRENDIZAJE Y CULTURA.

ELA “Erasmus Learning Academy”
Via Nicolo Garzilli 62, 90141 Palermo, Italia
Telf. +39 375 640 4266
Email info@erasmuslearningacademy.eu
www.erasmuslearningacademy.eu

A finales del pasado mes de julio tuve la oportunidad de realizar este viaje a Sicilia, un viaje que resulto ser una experiencia inolvidable: mi estancia Erasmus en Palermo del 20 al 26 de julio. Durante esa semana realicé un curso, impartido exclusivamente en inglés por Martina Scalici, titulado “Mindfulness y Meditación para Profesores y Personal de la Enseñanza: Cultivando el Bienestar de Alumnos y Profesores”. Este curso no solo me ha aportado nuevas herramientas para mi labor docente, sino que además me ha permitido conocer personas de diferentes países europeos, y descubrir una ciudad mágica en la que reflexionar sobre la importancia de cuidar nuestro bienestar como educadores y, sobretodo, el bienestar de nuestros alumnos en el aula, para fomentar su aprendizaje.

La llegada a Palermo
Mi vuelo llegó a Palermo un día antes del inicio del curso, pues quise conocer un poco la ciudad antes de sumergirme en las actividades programadas. Llegué directamente al aeropuerto de Palermo, y de allí cogí un tren de cercanías hasta el centro de la ciudad.
Nada más bajar del tren me sorprendió la mezcla de culturas que respira la ciudad. Sicilia ha sido punto de encuentro de civilizaciones durante siglos, y se nota en cada rincón: las calles estrechas, los mercados llenos de vida, las iglesias barrocas y los restos de antiguas construcciones árabes y normandas. Mi primera impresión fue la de estar en un lugar con una historia riquísima, pero al mismo tiempo muy vivo y moderno, y también, todo hay que decirlo, con un aspecto descuidado que
le da una sensación de dejadez aunque, por otro lado, le aporta un encanto verdaderamente especial.
Recorrí el trayecto desde la estación de tren hasta el Hotel Tonic (1) caminando; tengo que decir que durante toda mi estancia en ningún momento utilicé transporte público, pues disfruté mucho caminando por las calles de Palermo, sobretodo por su fascinante casco antiguo. Dejé la maleta en el hotel y volví a investigar la ciudad durante horas.
El hotel también era la sede del curso, y esta cercanía resultó muy cómoda, ya que facilitaba la organización de las jornadas y, además, nos daba la posibilidad de convivir con otros participantes desde el primer momento. Muchos de nosotros coincidíamos en los desayunos o en los descansos, lo que ayudó a crear un clima de confianza y compañerismo.

El curso: mindfulness y meditación en la enseñanza
Este curso estaba centrado en dos ejes fundamentales: el Mindfulness y la meditación comoherramientas educativas y de facilitación del aprendizaje en los estudiantes. La idea principal era clara: si los profesores y el personal educativo aprendemos a cultivar nuestro propio bienestar emocional y mental, podremos transmitir esa calma y equilibrio a nuestros alumnos para que estén más abiertos a nuevos conocimientos.

Las sesiones combinaban teoría con práctica. Por un lado, se nos presentaban los fundamentos del Mindfulness, sus beneficios en el ámbito educativo y ejemplos de programas aplicados en diferentes países. Por otro, realizábamos ejercicios prácticos de meditación guiada, respiración consciente, dinámicas de grupo y técnicas de relajación que luego podemos trasladar al aula.
Uno de los momentos más enriquecedores fue compartir experiencias con docentes de distintos contextos europeos. Cada uno contaba cómo gestionaba el estrés de sus alumnos, qué dificultades encontraban en el día a día y qué esperaba aprender en el curso. Escuchar esas realidades me hizo darme cuenta de que, aunque trabajemos en sistemas y niveles educativos distintos, las preocupaciones son muy similares: el ritmo acelerado de los alumnos, la presión, la necesidad de motivación y, sobre todo, el reto de mantener la ilusión por aprender.
Dentro del programa del curso, también hubo espacio para actividades paralelas fuera de lo formativo propiamente dicho: paseos por la ciudad, cenas en grupo, actividades culturales, así como también recomendaciones para visitar lugares de interés fuera de la ciudad con otras compañeras; algunas prefirieron visitar Cefalù durante el curso (yo opté por visitar este precioso (2) pueblo cercano a Palermo, y otros no tan cercanos, una vez hubo finalizado el periodo del curso), otros fueron a
Monreale (3), otras a Mondello Beach, y algunos decidimos viajar durante un día a la localidad de Trapani (4), que es un pueblo con playa, en la zona de la costa oeste de Sicilia, con una belleza arquitectónica única.

Palermo, una ciudad inspiradora
No todo fue formación: también hubo tiempo para conocer Palermo. La ciudad es un mosaico de colores, aromas y sonidos. Me impresionaron especialmente la Catedral de Palermo, con su mezcla de estilos arquitectónicos, y el Palacio de los Normandos, un lugar que refleja la historia multicultural de la isla, la Piazza dei Quattro Canti, en pleno centro de la ciudad, la Fontana della Vergogna, iglesias, palacios por doquier, etc.
Pasear por los mercados populares, como el de Ballarò (5) o el de Vucciria (6), fue toda una experiencia. La vitalidad de los vendedores, los productos frescos y la gastronomía siciliana con sus sabores intensos, hicieron que cada visita fuera un descubrimiento. Y, por supuesto, no podía faltar la pizza, la pasta y los famosos cannoli sicilianos, que hicieron las delicias de todos los que participamos en la estancia, eso sí, en mi caso todo ello sin gluten, ya que no lo tolero bien, aunque he de reconocer que me sorprendió la amplia oferta de productos tradicionales sin gluten que pude encontrar.

Una experiencia de crecimiento personal y profesional
Más allá de lo académico y lo cultural, esta estancia Erasmus me ha permitido crecer personalmente: tanto en mi perspectiva personal, como en la relación con el grupo. Dedicar tiempo a la práctica de la meditación y la atención plena, en un entorno tan especial como Palermo, me ayudó a re-conectar conmigo mismo y a valorar la importancia de parar, respirar y observar con calma.
En lo profesional, me he traído un montón de ideas y recursos que quiero aplicar en mi trabajo. Estoy convencido de que si conseguimos transmitir a nuestros alumnos la importancia de cuidar su bienestar emocional, estaremos contribuyendo no solo a su rendimiento académico, sino también a su desarrollo integral como personas.

Conclusión
Mi estancia Erasmus en Palermo ha sido mucho más que un curso de formación: ha sido una experiencia vital que me ha permitido aprender nuevas técnicas para aplicar en el aula, conocer a personas maravillosas de distintos países y sumergirme en una ciudad llena de historia y cultura. Me vuelvo con el convencimiento de que no solo el bienestar de los docentes es fundamental para poder transmitir serenidad y motivación en sus clases, sino que, al mismo tiempo y principalmente, el
bienestar de los alumnos es imprescindible para desarrollar un buen aprendizaje, con una comprensión más realista de lo que se explica en las aulas. Palermo me enseñó que, al igual que en la enseñanza, en la vida también es necesario parar, respirar y experimentar el presente.

(1) https://www.hoteltonic.it

(2) https://www.italia.it/es/sicilia/cefalu

(3) https://www.italia.it/es/sicilia/monreale/experiencias/monreale-entrada-al-claustro-de-santa-maria-nuova-tiqets-975808

(4) https://www.italia.it/es/sicilia/trapani-y-islas-egadas

(5) https://www.italia.it/es/sicilia/palermo/ballaro

(6) https://www.italia.it/es/sicilia/palermo/vucciria-mercado-historico-palermo

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Habilidades

Publicado el

18 de septiembre de 2025